Ilsa Benssa, la única mujer zapatera de Villa Mercedes que lleva 40 años en el oficio
Con su esposo se inició en un trabajo que muy pocos conocen. Gran parte de su vida dedicada al arreglo de zapatos y carteras.
Por Sonia Schoenaker
Ilsa Benssa tiene 64 años y es la única mujer zapatera en Villa Mercedes. Ha dedicado gran parte de su vida a la reparación de zapatos y carteras.
Su historia en este oficio comenzó hace cuarenta años cuando trabajaba junto a su esposo. Aprendiendo de él y con mucha dedicación, se convirtió en una experta en la materia. Aunque Roberto ya no está físicamente, ella continúa trabajando con la pasión de siempre.
En 1983 decidieron trasladarse desde San Basilio (Córdoba) a Villa Mercedes, donde criaron a sus tres hijos. En ese año iniciaron con la zapatería, que actualmente está ubicada en Pueyrredón 830.
“Él falleció hace ya 15 años y yo pensé que no iba a seguir porque me vi tan atormentada. Gracias a Dios, como tenía ya todo armado, el muchacho que estaba acá con nosotros me dice ‘yo la sigo ayudando’ y seguimos trabajando. Ya llevo 15 años acá adentro”, transmitió.
Además de su dominio en la zapatería, es una persona humilde y valora a su familia por encima de todo. Tiene dos hijas que son maestras y un hijo que es técnico electromecánico. Aunque ellos aprendieron del oficio de sus padres, ninguno continuó por ese camino. En ocasiones su hija mayor la acompaña para atender a los clientes.
Ilsa hace todas las costuras y arregla los zapatos por sí misma. Hay ciertos trabajos que no puede realizar, como el corte de suelas o gomas duras, así que cuenta con un asistente para las tareas más pesadas.
La zapatería es un campo no muy común entre las mujeres. En 1992 le hicieron un reconocimiento por ser la única mujer zapatera que hay en la provincia de San Luis. “Estoy muy agradecida, porque es un trabajo que no se ve mucho. No lo ves en la calle, no lo ves en ningún lado. Solamente el que viene acá lo sabe, pero es muy lindo”.
El 27 de junio el Concejo Deliberante de Villa Mercedes aprobó un proyecto de declaración para reconocer y distinguir a Ilsa por tantos años de oficio. La iniciativa fue presentada por la concejal Lucrecia Soria. “Es un mino a aquel ciudadano villamercedino que hace y construye en la ciudad y para la ciudad, cada uno con su manera y su impronta. Ella es una referente de que todos podemos hacer lo que queramos, porque no se trata de una paridad de género”, dijo ese día en el recinto.
Más allá de eso, Ilsa tiene la fidelidad y confianza de sus clientes. A lo largo de los años, tiene el privilegio de atender a diferentes generaciones. “Por ahí atiendo a alguien y me dice ‘yo venía con mi papá cuando era chico’. Ahora ya ellos son grandes, siguen trayendo sus zapatos acá y a su vez vienen con sus hijos chicos”, manifestó.
Con respecto a los aprendizajes que obtuvo a lo largo de los años, destacó la importancia de tratar con las personas: “Por lo general en un negocio encontrás gente que se enoja, que no está conforme y todas esas cosas uno tiene que aprender a solucionarlas. Trato siempre de solucionar las cosas, busco la manera”.
El orden es fundamental en el taller. Todos los insumos están cuidadosamente organizados en cajas rotuladas para asegurarse de encontrar cada elemento necesario a la hora de trabajar.
También tiene en cuenta el guardado del calzado para evitar acumular demasiados arreglos sin entregar, y encontró una solución para los zapatos que van quedando en el olvido: hace cinco años donó a los Veteranos de Guerra alrededor de diez cajas grandes de pares arreglados: “Ellos reparten, pero no solo acá, reparten por todos lados donde hacen falta. Aprovechamos y les dimos todo a ellos”.
Para finalizar, confesó que su gran compañía diaria es la radio: “Prender la radio es lo primero que hago. La escucho todo el día, es una compañera. A veces yo me quedo de noche terminando y la radio está prendida”.